La verdad detrás de la herencia millonaria que Chespirito le dejó a Graciela Fernández — Detalles

Roberto Gómez Bolaños, conocido como Chespirito, le dejó una fortuna en bienes a su exesposa Graciela Fernández tras su separación. Documentos y testimonios revelan los motivos, el impacto emocional del comediante y el vínculo que ella mantuvo con él hasta el final de sus días.
Durante más de dos décadas, Graciela Fernández compartió su vida con Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como Chespirito. Madre de sus seis hijos y testigo de sus primeros pasos como escritor, Fernández fue mucho más que una figura secundaria en su historia.

La reciente emisión de la bioserie “Chespirito: Sin querer queriendo” ha renovado el interés en los episodios íntimos de su vida, entre ellos la separación con su primera esposa y el acuerdo patrimonial que surgió como consecuencia directa de ese momento decisivo.
En redes, las opiniones sobre este difícil capítulo en la historia del comediante dividieron aguas: “Qué mayor fortuna que sus hijos”, opinó una usuaria de Facebook, que también dijo: “La señora Graciela nos dio ejemplo de ser valientes y seguir adelante sin un marido infiel”.

Otra, sin embargo, matizó: “Pues con culpa o no. ¡Siempre estuvo al pendiente de ella económicamente y eso también es digno de reconocer, decidió seguir sus instintos pero nunca desamparó a su familia!”. Aquí puedes leer a continuación todos los detalles y sacar tus propias conclusiones.
Una historia que comenzó con un baile
Roberto y Graciela se conocieron cuando ella tenía 15 años y él 22, en una reunión en la colonia Del Valle, en Ciudad de México. De acuerdo con sus propios recuerdos, Graciela, quien ha sido considerada por las audiencias “muy hermosa” y hasta “más guapa que la Florinda”, quedó impactada cuando el joven, entonces integrante del grupo Los Aracuanes, la invitó: “Casi me desmayo. Me estaba sacando a bailar Roberto Gómez”.
El matrimonio se formalizó en 1968, tras un largo período de noviazgo. A lo largo de su unión nacieron seis hijos: Roberto, Marcela, Graciela, Teresa, Paulina y Cecilia. En ese tiempo, Graciela fue pieza fundamental en el desarrollo de la carrera del comediante y quien lo impulsó a convertirse en la estrella que terminó siendo. Fue quien lo motivó a dejar su trabajo como cortador de remaches para poder dedicarse por completo a su verdadera vocación, la escritura.
Además de impulsarlo en su carrera, Graciela tuvo una participación directa en sus primeros proyectos. Según la serie, ella confeccionó el traje del personaje “El Chapulín Colorado”, que habría de convertirse en un verdadero ícono de la televisión latinoamericana.
El quiebre matrimonial y su versión en pantalla
La relación llegó a su fin en 1989, tras más de 20 años juntos. En sus memorias y en entrevistas, Chespirito reconoció que el proceso fue “profundamente traumático” y que la culpa lo acompañó durante años. En la serie, ese momento se retrata con una escena entre el personaje de Roberto y una mujer que representa a Florinda Meza, donde él confiesa no poder dejar de pensar en Graciela y en la familia que estaba dejando de lado.
No obstante, en la vida real la separación fue más abrupta. En un documental de Bio Channel, Graciela relató: “Esos 23 años fui muy feliz, ya cuando él se fue, primero lo sufrí mucho”. Sin embargo, pasado ese tiempo, él le dijo: “Ya fue, se te acabó tu cuota”, y que con esas duras palabras marcó para ella el final definitivo de su matrimonio, para priorizar su relación incipiente con Florinda Meza.